"DESTROZADOS" DE ISABEL FERRANDO NOGUERA Y JORGE CASTRO GÓMEZ

SINOPSIS: Denia, agosto de 2015. La policía local alertada por las quejas de los vecinos de un edificio sobre el mal olor procedente de una de las viviendas, y tras comprobar que es cierto, decide intervenir introduciéndose en la vivienda, encontrando que a pesar de no existir un cadáver hay numerosos indicios de que allí se ha cometido un homicidio. Mientras en otra parte de la población, alguien despierta con una resaca espantosa con fuertes sospechas de haber cometido algo horrible. ¿Será cierto que el protagonista ha asesinado a su amigo? ¿Es su imaginación la que le juega malas pasadas? No recuerda nada pero aún así tiene remordimientos. Así comienza la narración de “Destrozados” un cómic inmersivo entre lo onírico y la triste realidad.

¿TRUE CRIME? ¿COUNTRY NOIR?

“Destrozados” es lo que se denomina un true crime o lo que es lo mismo, una obra basada en un crimen real extraído de la sección de sucesos de cualquier periódico, por lo que no es de extrañar que la guionista escriba en prensa, pero justo lo contrario ocurra con el dibujante que se oficia como ¡maestro cervecero! Que nadie se lleve a engaño, este cómic como hemos dicho está basado en el crimen de la calle Mallorca que sacudiera en 2015 a los 41.733 habitantes (41.732 si quitamos al finado) que vivían en el municipio valenciano de Denia pero se trata de una adaptación libre, es decir un ficcionado. Que nadie busque una crónica porque no lo es.

Añadiría además que es un country noir, es decir, una narración que sucede en una población pequeña, pacífica, donde “nunca ocurre nada”, pero con las tensiones propias de este tipo de lugares y aunque la ciudad no sea tan protagonista en la historia si lo son sus paisanos. Desde la vecina que protesta, los viandantes que se congregan ante la llegada de los bomberos, pasando por el dependiente de la ferretería o el camarero de la cafetería dan una idea del tipo de población de que se trata.

Hay que felicitar a ambos autores por la decisión de ficcionar la realidad en vez de serles fieles. Es así como una simple historia de un descuartizamiento (un tipo de suceso que mirado fríamente resulta prosaico) pasa a tener más capas y ¡vaya si lo consiguen!  El guion de Isabel Ferrando es una mezcla entre telerrealidad y serie televisiva, cosas de las cuales han afirmado sendos autores, ser fanáticos. En cuanto al dibujo Jorge Castro es aséptico, fotográfico y recuerda al del japonés Hideo Yamamoto o del ilustrador Miguel Navia, mezclado con guiños al oscuro Charles Burns o al Tintín de Hergé, antes que sus idolatrados Schuiten, Jacobs y Bilal. En combinación nos dan una obra interesante de leer y que no defrauda al lector de género negro y sobre todo es una obra que nos habla de la intrascendencia de este tipo de sucesos, por mucho ruido mediático que generen, en poblaciones que pasan rápidamente página y queda todo en una anécdota morbosa que solo recordarán los protagonistas.

ISABEL FERRANDO NOGUERA (Denia, 1972) se declara aficionada a los tebeos y la literatura desde muy pequeña. Posteriormente se decantó por Biología, carrera que abandonó al tercer año licenciándose en Filología Hispánica por la Universidad de Navarra.

Se ha dedicado a la comunicación, primero en medios de prensa tradicionales (radio, televisión y prensa escrita) y con el tiempo cambió a empresa y política. En la actualidad sigue trabajando en comunicación corporativa, escribe una columna semanal en el diario Las Provincias y participa como tertuliana en MontgoRadio.

JORGE CASTRO GÓMEZ (Bruselas, 1966) estudió cómic en el prestigioso Institut Saint-Luc situado en el acomodado barrio de Saint-Guilles en la ciudad de Bruselas y Diseño gráfico en la Ecole Supérieure des Arts de l’image Le75 de la misma ciudad.

Desde principios de los 90, ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en toda Europa, con esculturas, pinturas y creaciones de técnica mixta. En 1996, sus montajes de Polaroids sobre series televisivas fueron expuestas en el Festival du Film Fantastique de Bruselas, y su serie de fotografías titulada Necrographies se ha podido ver en el Parlamento Europeo en 2010.

Afincado en Dénia desde 2001, vive en una casa de pueblo repleta de colecciones de todo tipo y honra sus orígenes belgas como maestro cervecero del primer brewpub dianense llamado La Abadía (Cervecería de la Marina Alta).

Salvador Martínez Pérez