top of page

La ley del padre, de Carlos Augusto Casas

Sinopsis:

Existe un mundo que solo pertenece a una élite. Una realidad que los demás creemos anhelar, pero que apenas un puñado de escogidos conocen. Es el mundo de las grandes fortunas y el poder. Un universo donde todos tenemos un precio, siempre que haya alguien dispuesto a pagarlo. Esta es la historia de una familia con mucho dinero y muy pocos escrúpulos.

Los Gómez-Arjona son dueños de un enorme imperio mediático y su patriarca, Arturo, parece tenerlo todo bajo control hasta que, en la celebración de su cumpleaños, alguien intenta envenenarlo. ¿Cuál de sus cuatro hijos -todos corruptos y ambiciosos, aunque cada uno de un modo distinto- quiere arrebatarle el poder? Todos los padres tienen su propia ley y, aunque suponga derribar a uno de los suyos, Arturo no dudará en llegar hasta el final para aplicar la suya.

Reseña

PODER ABSOLUTO

Algo tiene el poder, algo misterioso, magnético y diabólico, para que quien se aferra a él no sea capaz de soltarlo por mucho que la vida, los enemigos, la venganza o la justicia le zarandeen a modo para que lo haga. Si además ese poder le proporciona un placer sexual, casi sádico, arrebatárselo supone un empeño más que titánico.

Carlos Augusto Casas se ha metido hasta las trancas en un universo maldito, corrupto, en el que ni los vínculos de sangre significan nada respetuoso, y lo ha hecho con una energía que se respira en cada página, perfilando, y desnudando a la vez, a la familia Gómez-Arjona, un clan en el que no hay nadie que se salve, nadie a quien respetar o admirar, un vivero de serpientes en el que, para sobrevivir, hay que morder primero, o morder más fuere, o soltar más veneno que los demás.

Por otro lado, lo social, contemplado siempre desde ese prisma del poder omnímodo, da náuseas en el primer tercio de la novela, hasta que el estómago se nos habitúa y uno ya incluso empieza a tener más o menos preferencias por alguno de los hermanos, o por el periodista Josan, nexo conductor de todas las intrigas, traiciones, pedradas y demás puñaladas por la espalda, que de esas hay muchísimas en la novela, aunque alguna dada con todo el estilo del mundo, hay que reconocerlo.

Son tales los acuchillamientos que el lector termina por estar casi preparado para todo: trampas cibernéticas, coches de lujo secuestrando yonkis, exmujeres apaleadas, sexo como pago, sadismo a pequeñas dosis, asesinatos encubiertos, y hasta opas hostiles que dejarían en pañales al más despiadado de los crímenes.

El vértigo del poder y del dinero no tiene fin en una novela que se va enrocando sobre sí misma, porque el tiempo termina por elegir, entre la cara y la cruz, para que se terminen de ajustar las cuentas. Carlos Augusto Casas se ha marcado un texto en el que, muertes aparte, culpas aparte, bucea por la psicología del mal y por todas sus vertientes, y nos lo muestra con una prosa inquisitiva en la que el ingenio de los diálogos es uno de sus rasgos más característicos.

Si quieren apostar por algún miembro de los Gómez-Arjona, tendrán dónde elegir, porque la panoplia de taras, defectos y maldades es casi tan amplia como la propia novela. Léanla y verán como poco a poco se les irá afilando el colmillo.



El autor

CARLOS AUGUSTO CASAS es escritor y periodista. Comenzó su carrera en Diario 16 y se especializó en el periodismo de investigación, desarrollando su labor en cadenas de televisión como TVE, Antena3, Cuatro, Telecinco y La Sexta.

Su primera novela, Ya no quedan junglas adonde regresar (2017), supuso todo un acontecimiento y fue galardonada con los principales premios del género negro: el Premio Wilkie Collins, el Premio Tuber Melanosporum, el Premio Novelpol, el Premio Ciudad de Santa Cruz y el Premio Tormo Negro. También fue finalista del Premio Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón y antes de La ley del padre publicó también El ministerio de la verdad.

©Reseña: Antonio Parra Sanz, 2023.

コメント


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page