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Huérfanos de sombra, de María Suré

SINOPSIS:

Aldeanegra, agosto de 2018. Un vecino huraño y solitario es testigo del secuestro de un niño. Cuando el hombre aparece muerto y con múltiples signos de violencia, la investigación recae en dos guardias civiles que se han visto obligados a formar equipo. Laura se quedó embarazada demasiado pronto y ahora vive tranquila junto a su hijo y el abuelo paterno del niño. Al igual que Hannah, una anciana de origen alemán que recaló en el pueblo hace décadas. Pero cuando el pequeño Marcos desaparece, también lo hace la paz en Aldeanegra.


RESEÑA:

PERVIVIR


Dicen que si nuestra sombra no proyecta un eco de nosotros mismos no habremos dejado huella de nuestro paso por la vida. Esa orfandad de sombra es una obsesión para algunos de los personajes de esta novela, máxime cuando han sido otros quienes se han empeñado en eliminar esa huella a toda costa.


Derrochando una gran sensibilidad, María Suré ha construido una trama en la que se mezclan pasado y presente, en la que el mal amenaza con hacerse con el triunfo pero en la que sobreviven unos cuantos personajes empeñados en impedirlo. Unas historias entrelazadas que van llevando al lector por varios caminos, extraños a priori, aunque la narración vaya poco a poco acercándolos hasta hacerlos confluir.


Una España sola y refugiada en sí misma, en la Salamanca más profunda, unas abejas, un abuelo que mantiene un especialísimo vínculo con su nieto, el que no logró mantener con el hijo descarriado. Un robo, un secuestro y la muerte de un testigo y del perro del chico, una pareja de guardias civiles opuestos en apariencia y una preocupante falta de pruebas. María Suré arma con todo ello un escenario que suscita el interés de un lector que se ve mecido, acunado por la prosa demorada y tranquila de una autora que sabe muy bien hacia dónde camina.


Eso en lo referente a la actualidad, porque la segunda línea narrativa, la del pasado, nos lleva a noches de cristales rotos, de amenazas de extinción, de tiros en la nuca, de niñas con el rostro destrozado, de huidas desde el podrido corazón de una Europa que empezaba a convulsionar una vez más. El pasado de Hannah, primero en Londres y posteriormente en el norte de España, es un continuo ejercicio de supervivencia, de supervivencia y de memoria para no olvidar al padre asesinado. Y como el tiempo guarda también sus sorpresas, en su momento le llegará la oportunidad de ajustar algunas cuentas.


Esas líneas que marcan la frontera entre el odio y la justicia, los desprecios sociales, las paternidades ocultas o la protección de los hijos, se van abriendo camino en la novela de la mano de las conversaciones entre nieto y abuelo, por eso hay mucho más que una simple búsqueda o una investigación, hay, como late en la muñeca de María Suré, una voluntad de hacer las cosas bien, de ser justos, y de lograr que nuestra sombra no se difumine, cueste lo que cueste.


LA AUTORA:

MARÍA SURÉ (Salamanca, 1973), vive en Valencia. Estudió Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y actualmente trabaja como analista y programadora informática. Hasta la fecha ha publicado tres novelas. Desde siempre ha sentido un gran interés por el pasado de su ciudad de adopción, lo que la ha llevado a investigar sobre su historia. En Lágrimas de polvo rojo traza un recorrido por la Valencia moderna, donde aún pueden visitarse lugares donde hace siglos se exponía a los ajusticiados como advertencia. Ahora publica Huérfanos de sombra, una novela que va más allá de la memoria y el crimen.



Antonio Parra Sanz

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